Violencia económica contra las mujeres
01 June 2023Las violencias económicas son prácticas comunes y generalizadas en todo el mundo, que afectan especialmente a las mujeres. Esta violencia a menudo se subestiman, ya que son más sutiles y difíciles de detectar que la violencia física o sexual. Sin embargo, sus consecuencias son igual de dramáticas y afectan directamente a la vida económica y social de las mujeres.
Violencia psicológica, sexual, física, administrativa y económica: las violencias contra las mujeres adoptan muchas formas. Sin embargo, las violencias económicas siguen en gran medida sin identificarse ni reconocerse porque son ocultas por otras formas de violencias.
En el contexto de la violencia doméstica, las violencias económicas pueden adoptar diferentes formas y son parte de la estrategia del agresor que ejerce un control financiero permanente sobre la víctima, pudiendo llegar hasta la desposesión total de sus recursos.
Las violencias domésticas económicas pueden adoptar otras formas, por ejemplo, el control de la vida personal y profesional, la prohibición de trabajar, la restricción del acceso a la información administrativa mintiendo sobre la situación del domicilio, la usurpación de la identidad utilizando los datos administrativos de la víctima para utilizar su identidad con el fin de obtener préstamos bancarios a su nombre. En muchos casos, estos agresores usan de estrategias jurídicas y administrativas para declararse insolventes, con el fin de que las mujeres permanezcan en una situación de dependencia y aislamiento. Tras la separación, estas violencias pueden continuar a través del impago de las pensiones para los y las hijes o de deudas solidarias contraídas por la pareja violenta.
La violencia económica deja a las mujeres en la precariedad
Las violencias económicas se refieren a una serie de comportamientos de control que tienen graves consecuencias para la vida cotidiana de las mujeres. Tienen importantes repercusiones, sobre todo en términos de inseguridad, pobreza y exclusión social. Las mujeres víctimas se encuentran a menudo en situaciones en las que se ven privadas de recursos económicos, lo que les dificulta satisfacer sus necesidades más básicas.
Estas formas de violencia económica también pueden restringir el acceso de las mujeres a servicios esenciales como la atención sanitaria y la educación. Cuando se enfrentan a dificultades económicas, las mujeres pueden verse obligadas a tomar decisiones difíciles, como renunciar a la atención médica o a una educación de calidad para ellas o para sus hijes.
Además, las mujeres que sufren violencia económica se ven a menudo atrapadas y mantenidas en relaciones violentas porque dependen económicamente de su cónyuge o familia. Esta dependencia económica puede impedirles abandonar o buscar ayuda, ya que temen perder su apoyo económico.
Algunos ejemplos de iniciativas en Seine Saint-Denis
Seine-Saint-Denis es un departamento francés donde la violencia económica contra las mujeres es particularmente prevalente. En 2019, la asociación SOS Femmes 93 informó de que el 56% de las mujeres en centros de acogida habían sido víctimas de violencia económica. En respuesta a este fenómeno, se han puesto en marcha políticas públicas y medidas para proteger a las mujeres y ayudar a alcanzar independencia económica.
El programa “Un hogar para ella” tiene el objetivo de facilitar el paso del centro de acogida a una vivienda social . La asociaciones especializadas acompañan a las mujeres alojadas en centro de acogida para alcanzar una autonomía financiera suficiente y presentar su candidatura al programa de vivienda social “Un hogar para ella”. Este programa facilita el acceso a vivienda social y les proporciona un alojamiento independiente. A menudo han sufrido violencias económicas en el pasado, ya sea a manos de ssu pareja violenta o de su empleador, o como resultado de situaciones precarias que las han expuesto a dificultades financieras. Al proporcionar un alojamiento seguro y ofrecer recursos para ayudar a las mujeres a ser económicamente independientes, este plan pretende romper el ciclo de la violencia económica y ayudar a las mujeres a recuperar su independencia económica.
También es importante destacar la labor de la sociedad civil local, en particular las acciones del CIDFF de Seine-Saint-Denis, asociación que trabaja en favor de la igualdad entre mujeres y hombres. El CIDFF ofrece apoyo individual, asesoramiento jurídico y formación a medida para ayudar a las mujeres a superar los obstáculos asociados a la violencia económica que sufren. La asociación trabaja en estrecha colaboración con actores locales, como empresarios, centros de formación y organizaciones de reinserción laboral. Al centrarse en el desarrollo de las competencias profesionales, la valorización de la experiencia adquirida y la sensibilización de los empleadores al problema de la violencia económica, el CIDFF de Seine Saint-Denis desempeña un papel esencial en la lucha contra la precariedad y el empoderamiento de las mujeres víctimas.
En conclusión, las violencias económicas contra las mujeres son una realidad preocupante en todo el mundo. Estas formas insidiosas de violencias comprometen la autonomía financiera de las mujeres y obstaculizan su desarrollo personal. Para combatir este fenómeno, es necesario sensibilizar a la opinión pública, poner en marcha políticas públicas de protección y apoyo, y reforzar la cooperación internacional en este tema específico.
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